Una pared con vida

Ahora que se van terminando las vacaciones y toca volver a la cruda realidad, no hay que caer en la depresión postvacacional. Si, la playa se queda vacía, hacemos el check-in para nuestro vuelo de vuelta a casa, ya no respiramos aire puro en un paraje inolvidable ni mucho menos disfrutamos de la calma y el relax de esos días. Sí, es duro asimilarlo, pero más duro sería no haberlo disfrutado, ¿No? No te preocupes, siempre quedan los instantes de tu experiencia que puedes recordar mirando esas fotos tan bonitas y originales que has hecho.

Hoy en día la fotografía en formato digital es lo que se lleva, pero seamos realistas, es un follón tener que acceder a un disco duro para disfrutar de ellas, ¿Te damos un consejo? Escoge de entre todas esas fotos las que te transportan a esos momentos en un simple vistazo. Y enmárcalas. Enmárcalas como si fueran un tesoro. Haz que la pared de ese rincón favorito de casa sea un álbum en el que perderte cuando quieras desconectar. Hay muchos ejemplos de mosaicos que puedes utilizar para crear ese espacio. Utiliza marcos bonitos, monocromáticos, coloridos, con textura o sin marco.

Distribúyelos haciendo un tríptico, alineados o de manera aleatoria. Acompáñalas de otros elementos como láminas, otras fotos de paisajes verdes que complementen tu pared creando un jardín vertical e incluso enmarca las hojas de ese árbol que te pareció tan original. Hazlas todas en blanco y negro si eres más sofisticado, o vuélvete loco saturando el color para hacerlo más divertido. No dejes de exponer esos momentos que tan bien te lo han hecho pasar durante tus días de desconexión, pues son ellos los que te darán ese punto de energía para repetir la próxima vez. Como siempre, te animamos a investigar y coger ideas para hacer de tu hogar un sitio más confortable y bonito.