Cuando el bienestar es un aroma

Todos hemos experimentado alguna vez esa sensación de asociar un recuerdo a un olor. El cerebro humano es así, todos nuestros sentidos están conectados, y el del olfato, es el rey de todos.

Relacionamos momentos especiales, e incluso un aroma nos puede provocar sensaciones de todo tipo como calma, relax, equilibrio emocional, y cómo no, el apetito, algo que suele ocurrir con el olor del pan o del café.

En este post hablaremos de los aromas que podemos encontrar en la naturaleza que nos rodea y lo que provoca en nuestro organismo, pues como ya decía aquél, “es la naturaleza el más grande perfumista de todos los tiempos”.

En España por suerte tenemos emplazamientos y vegetación de la que sacar provecho en este sentido. Son muchas las plantas y flores de las que podemos sacar su esencia e impregnar nuestro hogar para conseguir un mayor bienestar. Si bien es cierto que vivimos en una sociedad con prisas, aromas como el del jazmín o la rosa son capaces de reducir el estrés y las dificultades para dormir, también se utiliza mucho para reducir los niveles de ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Por suerte, estas plantas son fáciles de encontrar, así que hacer tu propio aceite esencial te resultará muy fácil. No podemos olvidarnos de la reina del jardín, la lavanda. También reduce los niveles de ansiedad, los dolores de cabeza y los problemas musculares. ¿Un truco? Unas gotas de esta esencia sobre la almohada te ayudan a dormir como un angelito toda la noche. Para los más aventureros este aceite consigue calmar la piel irritada y reducir las cicatrices.

Dicen que el perfume es el eco de las flores. Si navegas un poco por Internet descubrirás que hay muchos tutoriales para realizar tu propio aceite esencial, jabones, perfumes y ambientadores de hogar. Ya sea con quemadores, distribuyendo gotitas por tejidos o impregnando mikados de bambú, puedes hacer que tu casa o tu rincón favorito se conviertan en el jardín del Edén.